Navega donde te plazca Aquella pequeña embarcación que los marineros ignoraban cada día era un estorbo. Nadie quería hacer uso de ella, solo dejarla en casa, en el puerto que tanto miraba con ansias de escapar, de visualizar el mar, ese que tanto la llama y la silencia a la vez. Plantearse salir era su única causa de furia, pues pensaba que a pesar de no ser un gran barco de vela, era más que suficiente para ser vista, para que sus hazañas fueran escuchadas entre otras tripulaciones. No había más que verla para saber que llegaría lejos, años después, a costas que nunca imaginó embarcar, a otros destinos que se le antojaban imposibles. Logró hacer ver a todos aquellos marineros que podía navegar en alta mar con éxito, que podía navegar donde le plazca.
Madre, hija, abuela, tía, MUJER
valiente,
celebramos tu fuerza constante.
Eres luz en la oscuridad, esperanza en la
tormenta,
Tu voz es poderosa, tu amor no
conoce fronteras.
Atraviesas las barreras, rompes cadenas,
Empoderadas, libres, soberanas.
Tu belleza es diversa, tu esencia
sagrada,
eres la musa de la vida, la fuerza renovada.
Siembras esperanza en corazones cansados.
Eres la voz de generaciones, el eco de luchas
pasadas,
y la promesa de un futuro lleno de
posibilidades.
MUJER, brilla con luz propia, eres la
esperanza renovada,
3º PREMIO, Sofía Parres de 1º de BAT-B
Quizá, del cordero culebras y maldiciones de su boca también salen. Quizá, el lobo rosas y magnolias vaya oliendo por el prado. Tal vez, unas páginas del cuento arrancaron y de orden se equivocaron. O no y los papeles se rotaron. Entre finas líneas verticales de oro y cobre crecí, descansando mis alas, reposando y anhelando. Rayos de sol eternos pintaban la alameda que aparecía en mis sueños. Como franjas delicadas y hermosas se cernían siempre sobre mí. Un día, vislumbré la luna llena, solitaria sin su amor prohibido, el sol. Y entonces en el silencio me inquirí: ¿cómo despegar el vuelo si entre destellos me apagué?